jueves, 26 de junio de 2014

FAHRENHEIT 451, DE RAY BRADBURY (por Ángel Cañas-Baliña Mengíbar)



     La historia que nos narra esta novela nos muestra  una sociedad futura, un mundo totalitario y dominado por la tecnología. En este mundo nos encontramos el cuerpo de bomberos al que pertenece el protagonista, pero la misión de estos bomberos es un tanto peculiar… no apagan fuegos, todo lo contrario, se encargan de encenderlos y lo hacen para quemar los libros, que están totalmente prohibidos. El protagonista se siente orgulloso de contribuir a lo que él cree que es un mundo feliz, todo cambia cuando conoce a una joven que le hace cuestionárselo todo. ¿Es realmente feliz? ¿Por qué están prohibidos los libros? ¿Encontraría todas las  respuestas en los libros? A partir de ese momento, todo su afán es recuperar libros, imprimirlos… para que no se pierdan. Sin embargo es descubierto y perseguido, aunque en su huida encontrará a un grupo de sabios que ha memorizado libros para la posteridad, son los “hombres-libro” que representan la salvaguardia del conocimiento.
 

     La sociedad que describe el libro me pareció vacía, las personas no sienten, ni hablan entre ellas… se limitan a ver unas pantallas en las que son bombardeados con mensajes que hacen que no tengan que ni siquiera pensar, no necesitan saber nada sobre nada, simplemente los distraen con concursos, novelas… En un mundo así los libros son peligrosos porque hacen que las personas reflexionen, ven que hay varias versiones de un mismo tema, se  puede debatir, conversar. Me gustó mucho cuando los  “hombres-libro” comparan a la humanidad con un ave fénix:  una y otra vez se destruye por su propia estupidez y vuelve a renacer de sus cenizas, gracias a los libros, gracias a no olvidar lo que en ellos se nos cuenta de nuestro propio pasado. Quizás algún día aprendamos a vivir en paz.